socios para proyectos europeos

10 trucos para elegir socios para proyectos europeos

¿Cómo encontrar buenos socios para proyectos europeos y cómo evitar los malos socios?. Te ayudamos a distinguir el trigo de la paja para asegurar la calidad y éxito de tu proyecto europeo.

Te damos 10 trucos para conseguir tu objetivo de llevar a buen puerto tu proyecto. No sólo es importante redactar un buen proyecto, sino también rodearse de los mejores socios para que evalúen favorablemente tu candidatura.

#1 – Encontrar socios para proyectos europeos en el lugar correcto 

Hay muchas bases de datos de proyectos europeos. En el curso “Gestión y redacción de proyectos europeos” listamos las mejores bases de datos para tu proyecto. Lo mejor es usar las que estén financiadas directamente por la Comisión Europea. En algunas ocasiones, es la misma Comisión Europea la impulsora de estas redes europeas de información, tanto públicas como privadas. De alguna manera, el contenido y las ofertas de búsqueda de socios que venga ahí recogida, tiene un previo filtro por parte de un equipo editorial. 
 

#2 – Redactar un abstract o resumen de tu proyecto

Es un paso fundamental si quieres tener éxito: redactar un “abstract” para lograr plasmar tu idea en unas cuantas páginas con la identificación de tu entidad, los objetivos, el resumen del proyecto, los requisitos que deben tener los potenciales socios, la fecha límite de recepción de manifestaciones de interés, etc… Incluso aquí puedes poner un enlace para el registro online de socios de un formulario que vayas a crear para tener la info mejor almacenada y de fácil acceso.

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#3 – Filtrar socios para proyectos europeos

Sin embargo, no pienses que todas las ofertas que encontramos en esas bases de datos son de buenos socios. Necesitas filtrar mucho y seleccionar a los socios correctos, dependiendo de cuáles sean nuestros objetivos con el proyecto y la tipología de socio que necesitemos.

Entonces, ¿cómo filtrar esos socios?. Debe ser tu proyecto quien responda qué socios, tipología y procedencia debes encontrar. 

Un primer paso que pueda parecer obvio es asegurarse que estén acreditados o registrados para el programa europeo en el que quieras concursar. Por ejemplo, en este post, te hablamos de la acreditación Erasmus y cómo conseguirla con un webinar gratis.

#4 – Pregunta a anteriores socios de proyectos

Si ya tienes experiencia en proyectos europeos con otros socios fiables, cuenta con ellos en tu nueva aventura. Pero el consorcio de socios no tiene por qué repetirse exactamente, enriquece al grupo con nuevas incorporaciones con socios que complementen a los demás. 

Ya sabes cómo funciona: mejor buscar los aspectos complementarios de cada socio y lo que le falta a uno, lo aporta el otro.

#5 – Acude a jornadas de difusión

Las Agencias Nacionales organizan jornadas de difusión todos los años y seminarios de contacto entre socios (“contact making seminars”).

Pero los seminarios y jornadas que te interesan no son las jornadas a nivel nacional, donde lo que te vas a encontrar son sólo entidades españolas, sino los cursos internacionales donde esté asegurada la presencia de socios de otros países.

#6 – Mira sus referencias en internet

Cuando encuentras un socio del que no has oído hablar antes, es recomendable peinar un poco por internet para ver qué referencias encuentras de ellos.
Cuando decimos referencias, nos referimos a las legales (CIF, estatutos, dirección legal, cifras de negocio, etc…) que encontremos tanto en su web como en otras páginas. 
Pero también no descartes ver qué opiniones tienen de ellos en Google Opiniones, en Facebook, etc… 

#7 – Apóyate en una red europea de información o en la Agencia Nacional

No todas las redes europeas van a servirte, así como no todas las Agencias Nacionales tienen medios ni plataformas para difundir tu proyecto. Creemos que es la última de las opciones, quizás ya a la “desesperada” si todos tus intentos caen en saco roto.
 

#8 – Pon “deberes” a tu socio

Es un truco muy antiguo y una precaución para ahorrarte disgustos con malos socios. Cuando buscas activamente socios para proyectos europeos, te van a salir muchas manifestaciones de interés. Pero no todas valen, ni mucho menos.

Lo mejor es que, para que sean elegibles para tu proyecto, les mandes “deberes”. Es decir,que te entreguen en tiempo y forma alguna tarea que les mandes. Tampoco se trata de ser excesivo con esos “deberes”, pero por ejemplo, podrías pedirles que te redactaran algunas partes del proyecto en el que su papel es fundamental. También tiene que quedar claro cómo y por qué quieren participar en tu proyecto. 

Si sólamente se limitan a mandarte su OID, desconfía. Si tardan más de lo debido o directamente ni te entregan esos “deberes” descártalos. Piensa qué pasará si el proyecto está aprobado, hay una fecha límite y ellos se retrasan en entregarte alguna tarea.

#9 – Cuidado con los socios de determinados países

Que nadie se ofenda. No queremos caer en tópicos ni en lugares comunes. Pero después de todos estos años, tenemos ya unos países donde vamos siempre con el freno de mano puesto.
Son países donde hemos tenido problemas muy similares con varios socios de ese mismo país. A veces también es un modo de trabajar diferente y una cultura distinta lo que hace que surjan los choques.
No nos gusta generalizar, pero nuestra experiencia nos dice de tener cuidado con los socios de Rumanía, Bulgaria, Grecia y Turquía. Nos hemos encontrado ya muchos casos repetidos de “entidades fantasma” que desaparecen de la noche a la mañana y nunca más sabemos nada, dejando tirados a los participantes, a nosotros y con un desfalco de dinero de por medio.
Así que, mucho ojo. Por supuesto, seguimos trabajando con entidades de esos países, pero hemos reducido a unas pocas colaboraciones con entidades a las que ya conocemos desde hace años, desconfiando de las nuevas que nos contactan.

#10 – Sé transparente

No hay cosa mejor que tener todo claro desde el principio. Tanto como socio de un proyecto de otra entidad, pero también como coordinador que lideramos nuestro propio proyecto.
Después de muchos años gestionando proyectos europeos, no hay mejor consejo que el de la transparencia. En especial cuando se trata del reparto de la subvención. Las cuentas deben ser claras, los acuerdos cristalinos, el reparto de la subvención comunicado y los derechos y obligaciones de todas las partes establecido. 
Así, conseguiremos sólo atraer a socios de prestigio y evitar las malas compañías de socios que van a causarte problemas y dolores de cabeza.